Los romanos contaban los años desde la fundación de
Roma, es decir,
ab urbe condita, abreviadamente
a.u.c.
En la
era cristiana, con el papa
Bonifacio IV en
607, el origen de la escala pasó a ser el nacimiento de
Cristo. Un monje rumano,
Dionisio el Exiguo, matemático, basándose en la
Biblia y otras fuentes históricas, entre los años 526 y 530, había fechado el nacimiento de Cristo el día
25 de diciembre del año 753 a.u.c. Dicho año pasó a ser el año 1 A. D.,
Anno Domini, año 1 del Señor, pero los años anteriores a este seguían siendo años a.u.c. Finalmente en el
siglo XVII se nombran los años anteriores al 1 A. D. como años
antes de Cristo,
a. C., y los posteriores son años
después de Cristo,
d. C..
Cuando empieza la cuenta de la era cristiana, no existía el concepto
matemático de cero y los años se contaban ordinalmente (esto es: primer
año, segundo, etc.). El origen del calendario gregoriano, es pues el 1
de enero del primer año (año 1 d.C.), que da comienzo a la primera
década, el primer siglo (s. I) y el primer milenio. El año anterior fue
el primero antes de Cristo (año 1 a.C.). No hay año 0. Establecido así
el origen del calendario, el primer milenio (primeros 1000 años)
transcurrió entre el 1 de enero del año 1 hasta el 31 de diciembre del
año
1000. De la misma forma, el primer siglo transcurrió entre el 1 de enero del año 1 hasta el 31 de diciembre del año
100.
La importancia del calendario gregoriano
A pesar de que, aparentemente, el
calendario persa
es más preciso que el Calendario gregoriano, en el que hay un error de
un día cada 3300 años, mientras que en el calendario persa el mismo
error aparecería cada 3.5 millones de años
[2][3], la importancia del calendario gregoriano estriba en que el
sistema de tiempo gregoriano es el que se utiliza universalmente, incluso en Irán, la antigua Persia
8
Así, el problema del origen de nuestra era y los que se derivan del
empleo de múltiples calendarios diferentes quedó resuelto con la
creación del calendario gregoriano: si en él se afirma que la Era
Cristiana comenzó 1582 años antes de su elaboración y todos los países
respetan esta idea, toda discusión debería acabar; y los temas de cuándo
nació Cristo o lo que estableció
Dionisio el Exiguo
dejan de tener importancia (desde el punto de vista de la medición del
tiempo). La cuestión final era la adopción de dicho calendario y, como
hemos visto, todos los países del mundo lo han venido adoptando a través
del tiempo.
La mayor precisión del calendario persa es algo discutible por una
simple razón: se trata de una precisión a la que habría que realizar
ajustes en el futuro, lo mismo que sucede con el calendario gregoriano.
Si dentro de 3300 años (más o menos, cuestión muy importante) habrá que
hacer un ajuste de un día al calendario gregoriano, parece bastante
probable que el calendario persa tenga también que ajustarse antes de
avanzar 3.5 millones de años en el futuro. El tiempo futuro no se puede
determinar: la duración del año, del día, del segundo de tiempo, se
desacelera con el tiempo, pero no se puede determinar exactamente cuánto
ni a que ritmo. Y, sobre todo, un calendario no es importante por una
enorme precisión en la medición del tiempo, sino por tener una precisión
razonable y una fundamentación clara y aceptada por todos.
Norma ISO
Norma
ISO 8601 para la escritura de fechas y horas.
- Fecha: es el año, mes y día, escritos en ese orden, separados
por un guion o no. El año constará de 4 cifras, y el mes y día de dos
cifras cada uno -pudiendo ser la primera un cero-. Por ejemplo, el 4 de
noviembre de 2007 se escribirá como 20071104 o bien 2007-11-04.
- Fecha de la semana: alternativa a la anterior, añade el número correspondiente a la semana precedido de la letra W -inicial de week, semana, en inglés-. Así, 2005-W07-5 indica el quinto día de la séptima semana del año 2005.
- Hora: dos cifras para las horas, minutos y segundos, en ese orden, siendo la medianoche las 00:00:00. La escala horaria va de 0 a 24 horas. Así, las cinco y cuarto de la tarde serán las 17:15:00.
- Fecha y hora: se indican la fecha y la hora tal como se explicó anteriormente, separándolas por una T -inicial de time, tiempo u hora, en inglés-. Por ejemplo: las dos y media de la madrugada del 30 de diciembre de 2005 se indica: 2005-12-30T02:30:00.
Además, la
Real Academia Española recomienda las escritura de fecha en los siguientes términos: se escribirá
30 de diciembre de 2005, o bien
30 de diciembre del año 2005, aunque esta recomendación no implica que se considere incorrecto utilizar el artículo en estos casos:
30 de diciembre del 2005.
9 Evidentemente, en este último caso, el término año se encuentra sobreentendido.